"No me he sentido amada", ni de niña ni en mi adolescencia, hoy siento muy profundo las heridas del pasado que me han hecho tomar unas decisiones u otras y vivir de una determinada forma durante 40 años.
"No me he sentido amada", no importa lo que me diga mi mente. Creo que me amaban, entiendo que estaban ocupados en otras cosas, incluso tenían enfermedades y había otras preocupaciones más importantes, pero no es una cuestión mental es una cuestión de cuerpo, de piel, de sensación, de vibración, y yo me sentía todo el tiempo, incluso a veces sentía a los adultos de mi familia como si fueran enemigos que debía luchar para defenderme de ellos. Poreso me volví una niña independiente y autosuficiente en todos los sentidos, mi mantra era: "no necesito a nadie", inventaba juegos y mundos fantásticos dónde ellos no estaban y podía vivir sin necesitar a nadie…
Esas heridas portal fueron haciendo de mi la mujer que soy hoy. En este momento estoy sintiendo en mi carne, en mi corazón, en mi alma esos recuerdos tan profundamente enterrados y me he dado el permiso para llorarlos y compartirlos con vosotras.
“No me he sentido amada”
¿Reconoces este pensamiento? ¿Lo has sentido o pensado alguna vez?
He aprendido que si luchas con esto, podrías:
.
Abandonarte cuando tengas pareja.
Hacerte super flexible “seguir la corriente" y negar las cosas que te molestan o te hacen daño desde el principio.
Ignorar las banderas rojas porque has normalizado “no sentirte amada”
Poner a un lado tus propias necesidades en un intento de ganar la validación y el amor de la otra persona.
Entrar en las relaciones desde tu herida, por lo que buscas la validación y el amor, en lugar de dejar claro desde el principio lo que quires y quién eres, en un intento de poner una tirita a tu herida que todavía sigue abierta.
Ir hacia nuestro centro se trata de volver a nosotras mismas y liberarnos de la creencia de que estamos incompletas sin una pareja.
Esto te permite elegir un lugar de verdad dentro de ti misma, en lugar de relacionarte desde esa herida.
En lugar de saltar a ciegas a los brazos de la primera persona que nos dice que nos ama y descubrir lo que nos espera por el camino, podemos tomar nuestro tiempo para conocer a alguien de verdad y que nos conozca y ver si vibra en sintonía con lo que necesitamos.
En lugar de tratar de ser nuestro "yo más deseable" para la otra persona, desde el principio podemos poner nuestras cartas sobre la mesa y decir "esta soy yo".
.
A menudo no nos tomamos el tiempo para meditar que valores quiero en una relación, las cosas que consideramos más importantes y pautar unos límites claros.
Cosas como la autenticidad. Vulnerabilidad. Conexión. Intimidad. La risa. El juego. Libertad. El respeto.
Muchas veces hacemos listas mentales sobre cómo será nuestra futura pareja y nuestra vida juntos pero nunca hacemos listas sobre cómo queremos sentirnos a nivel emocional y vibracional.
Estoy aprendiendo que elegir un compañero conscientemente requiere práctica. Mantenernos fieles a nosotras mismas, incluso cuando sentimos una conexión emocional con alguien, puede parecer un desafío cuando el cóctel químico de la fase de enamoramiento está por las nubes y hemos idealizado a esa persona.
Estoy aprendiendo a que la salida es hacia dentro, en busca de la niña curiosa, salvaje, independiente y autosuficiente que habita en mi, para encontrar mi propia mirada, mi propio amor, mi propia validación, mi propia vibración, mi esencia, mi verdad.
Imagina una espiral, en el centro está tu niña "salvaje", y el resto de círculos son años y capas de condicionamientos, limitaciones, relaciones rotas, proyectos inacabados, mensajes destructivos, traumas, anhelos sin cumplir...
Pues bien, ahí está mi niña esperando a que llegue caminando, cerrando, sanando, soltando, creando... y para poder llegar hasta ella, al centro de la espiral, recurro a mis grandes aliadxs, en resumen, Sabiduría Ancestral, Madre Tierra y Cuerpa mucha Cuerpa.
· Meditación
· Yoga
· Cuarzos
· Plantas Medicina
· Feminismo
· Música
· Astrología
· Terapia Menstrual
· Danza
· Nutrición saludable
· Libros y videos nutritivos
· Naturaleza
· Juego
· Y por supuesto, mis hermanas de camino, mujeres que hacen de espejo y mis amadxs maestrxs que tanto me están ayudando a recordar.
No estás sola, todas estamos en la espiral caminando hacia el centro.
Yo soy tú,
Tú eres yo.
Con amor,
Azahara
Bellisimo!!!!! voy en camino!